
LA
HADA
DEL
SUR
Que te pasó mi dulce niña pequeña,
que o quien te abrazó con tristeza,
entro con ligero, sin permiso, sin seña,
provocando toda, toda esa pereza.
Te abrazó, te aferró en la amargura,
en sus brazos muy fríos, llenos de dolor,
hoy ansiosos con fuerza buscamos cura,
para devolver a tu vida el color.
Que robo la dulzura de tu mirada,
la risa, la alegría de tu corazón,
se llevo la tranquilidad de la hada,
provocando mucha pena y desazón.
No comprendo muy bien aun la razón,
que tu alma y tu esencia albergó,
tanto llanto y pena en tu interior
que de pronto, tu alegre vida trunco.
Hoy en ese difícil, confuso lugar,
esperamos coloridas esperanzas,
quisiéramos una, tan solo encontrar
y la hermosura de tu alma liberar.
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Esto esta dedicado
a una dulce hada de 19 años,
que conocí..... Un día se sentó a mojar sus pies y descubrió que no disfrutaba de la frescura del agua que aliviaba su cansancio, se dio cuenta que no reía al bailar, que no se maravillaba con la hermosura de la luna, aunque su luminosidad acentuaba más su belleza, sin saber como poco a poco su corazoncito se lleno de tristeza.
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Hoy sufre una terrible depresión por la que tuvieron que internarla ; ella me hizo pensar que aunque los hijos crecen, no debemos dejar de mimarlos, regalonearlos o despreocuparlos, somos mamás y papás toda la vida, no olvidemos eso.
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No dejemos que ellos se sientan solos, o vulnerables, o frágiles; es difícil ser padres, no importa el parámetro que uses para medirlo, pero es hermoso llegar al final del camino y sentir que has contribuido a que tus hijos sean personas fuertes,honestas, humildes, bondadosas y de buen corazón. La sonrisa, la alegría , tal vez un te quiero así de la nada, te recuerde que lo has hecho bien.
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Para que nuestros jóvenes se sientan parte importante de nosotros, abrámosle nuestro corazón y dejemos que habiten en él, y sobretodo, que sientan cuanto los amamos, a pesar de lo que suceda, a pesar de sus equivocaciones, que ellos tengan la certeza de que siempre, siempre estaremos ahí, para cuando nos necesiten, hagámosles sentir que ellos nos pueden pedir ayuda, cuando quieran, sin temor a ser rechazados.
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